La actividad física y un estilo de vida saludable son clave para un buen envejecimiento físico, psíquico y social. Además de que el ejercicio mejora la musculatura, la coordinación motora, la fuerza, la flexibilidad, la resistencia aeróbica y cardiovascular y el metabolismo.
La nutrición y el deporte son los dos pilares fundamentales, te compartimos algunas recomendaciones para mejorar tu estilo de vida:
Infórmate y consultar al médico antes de empezar una nueva
rutina de ejercicio o dieta para que pueda evaluar el estado de salud inicial.
Es aconsejable también que frecuentemente asistas a chequeos que te den
claridad sobre tu estado de salud, recuerda el dicho “prevenir antes que
lamentar”.
Para tener energía y mantenerse activo es necesaria una dieta
equilibrada -con más verduras y cereales integrales- una correcta hidratación,
moderar el consumo de alcohol, sal y azúcar.
No solo necesitas realizar actividades físicas de alto
impacto, hay pequeños cambios que se pueden incluir cada día con el objetivo de
estar más activos. Por ejemplo, subir las escaleras en vez de usar el elevador,
caminar en vez de tomar el metro o autobús o hacer ejercicios mientras vemos la
televisión.
Si disfrutamos de alguna actividad en especial será más
fácil crear un hábito y practicarlo regularmente, busca alguna que te guste
(bailar, correr, nadar etc.) y realízala frecuentemente.
Éstos son indispensables antes de cualquier actividad física ya que evita lesiones, mejora el rendimiento y permite mantener una mejor flexibilidad y movilidad.
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